De acuerdo con los datos del INDEC, la CBT para un “adulto equivalente” (varón de entre 30 y 60 años) ascendió desde los $21.869 hasta los $22.123 en el octavo mes del año. Por lo tanto, una familia “tipo” (compuesta por dos adultos y dos niños), necesitó $68.359 para no ser considerada pobre.
Mientras tanto, la CBA aumentó desde los $9.386 hasta los $9.454, por lo cual una familia necesitó $29.213 para no ser considerada indigente.
De esta manera, el salario mínimo vital y móvil casi que igualó el monto de una canasta alimentaria para una familia ya que en septiembre trepó 3,8% hasta los $29.160.
La semana pasada, en la previa de las PASO, el Gobierno oficializó una convocatoria para fin de mes para reabrir la negociación de un nuevo salario mínimo.
Los números que dio a conocer hoy el INDEC se ubicaron por debajo de los aumentos de precios a nivel general, que el propio organismo informó días atrás.
La inflación de agosto fue del 2,5%. Lo más destacado fue la desaceleración en alimentos y bebidas, debido fundamentalmente a una caída en el precio de las verduras en casi todas las regiones. Paralelamente, la estabilidad en el valor de la carne también contribuyó a que los alimentos apenas subieran 1,5% en el último mes.
Si bien se trató de la inflación mensual más baja en un año, en términos anuales los precios crecieron 51,4%. En el mismo período, la CBT registró un alza levemente inferior (+50,3%) pero la CBA se incrementó por encima (+55,5%).
Asimismo, en el acumulado de 2021 la inflación general es del 32,3%, superior tanto al aumento de la CBT (+26,1%) como de la CBA (+28,8%).