
Según pudo saber Ámbito de fuentes al tanto de las conversaciones, el acatamiento de las medidas por parte las sociedades de Bolsa (Alyc) es “altísimo”. Los supervisores de ambos organismos no detectaron ningún incumplimiento. “Era esperable porque son medidas fáciles de monitorear”, señalaron las fuentes. Pese a ello, los funcionarios decidieron reforzar los controles y mantener alta la guardia para evitar que el mercado encuentre huecos y fuerce al Central a volcar más reservas para contener las cotizaciones de los dólares financieros.
De la reunión participaron el superintendente de Entidades Financieras y Cambiarias, Claudio Golonbek, y el subgerente general de Cumplimiento y Control, Néstor Robledo, por el BCRA; y por la CNV, el vicepresidente, Sebastián Negri, el director Martín Breinlinger y el coordinador general, Rodolfo Iribarren. Ante versiones que planteaban que la CNV no había visto con buenos ojos la medida publicada el 12 de agosto por la autoridad monetaria, ambas dependencias buscaron mostrarse unificadas. “Hay un esquema de trabajo conjunto. No hay ninguna diferencia”, afirmaron allegados.
Los funcionarios consideran que el impacto de la medida es el esperado: sostienen que la industria se reordenó y que el volumen de las operaciones cambiarias realizadas a través de la compraventa de activos financieros cayó bastante. Por eso, por el momento, descartan que se necesiten retoques regulatorios adicionales para mejorar el funcionamiento de la normativa.
Presión sobre las reservas
En el mercado, coinciden en que las últimas restricciones le dieron un respiro al ritmo de intervención del BCRA para contener la brecha cambiaria pero no descartan la posibilidad de nuevos ajustes del cepo para llegar en calma a noviembre ante una dinámica de salida de divisas tanto en la plaza oficial como paralela elevada y que podría tomar mayor vigor.
Nicolás Rivas, trader de BAVSA, consideró que en los últimos días el volumen de operaciones de los dólares financieros subió un poco pero que aún está lejos del previo a la medida. En función de las transacciones del bono AL30D (la especie que se utiliza para hacer dólar MEP), estimó que el nivel se mantiene “entre un 30% y un 40% debajo de la previa a la regulación”. “Antes de eso, hubo días con volumen operado entre 100 y 80 millones de valor nominal por día. Estos días, los máximos estuvieron en 50 millones”, precisó. Y agregó: “Tomando como proxy el dato diario de BCRA de base monetaria, estimamos ventas de títulos contra pesos por entre u$s8 y 10 millones por día”.
Por su parte, un informe publicado ayer por la consultora Equilibra estimó que “tras la última ronda de restricciones a operaciones cambiarias a través de bonos, el BCRA redujo su intervención diaria desde u$s30 millones diarios a fines de julio hasta u$s15 millones en la última semana”. Aunque advirtió que la demanda de MEP y CCL crecerá a raíz de la típica dolarización preelectoral e implicará un mayor drenaje de divisas: “En nuestro escenario base prevemos que deberá gastar unos u$s22 millones diarios en promedio para mantener la brecha ‘intervenida’ (para operaciones con AL30) calmada hasta las elecciones generales (en torno al 75%)”. Esto implicaría el desembolso de u$s1.300 millones hasta mediados de noviembre.
A eso se suma la salida de reservas que comienza a observarse por la intervención en el mercado mayorista oficial, donde operan importadores, exportadores y bancos. Según fuentes privadas, ayer el Central tuvo que vender unos u$s70 millones para abastecer la demanda de importadores. En las últimas seis ruedas, las ventas netas rondaron los u$s450 millones, pese a que el flujo de dólares del agro comenzó a mermar pero se mantiene en niveles muy elevados para esta época del año.
“Ante un stock limitado de reservas netas (rondan los u$s6.500 millones tras caer u$s1.300 millones desde mediados de julio), el ritmo de drenaje de la última semana no es sostenible. Por eso, el Central pisó suavemente el acelerador y el crawling-peg del tipo de cambio oficial pasó de 12% a 17% (variación diaria anualizada) y no descartamos que cierre un poco el grifo para importadores”, señaló la consultora dirigida por Martín Rapetti y que tiene como economista jefa a Lorena Giorgio.
Respecto de la otra canilla, la de los dólares financieros, el último informe de BAVSA recalcó que la capacidad de intervención oficial “va de la mano de la disponibilidad de divisas en el mercado cambiario”. Por eso, más allá de que por ahora el Gobierno lo descarta, consideró que en caso de ser necesario “el BCRA continuará intentando disminuir el volumen de intervención requerido durante los próximos meses, aunque eso signifique más regulaciones”.
En el Gabinete económico, en cambio, ven que el mercado se mueve con normalidad para esta época del año. Producto de la estacionalidad, consideran que era esperable una mayor demanda comercial en septiembre y no detectan ningún evento disruptivo. La lectura es que hoy el Central tiene un posición “más robusta” para contener la volatilidad preelectoral, tras acumular reservas por unos u$s6.500 millones en lo que va de 2021. Además, destacan que, a pocos días de las PASO, la brecha entre los dólares financieros y el oficial se sostuvo en torno al 75%, y que el blue se estabilizó desde mediados de agosto luego de algunas primeras reacciones al alza ante las últimas regulaciones.