
Sobre estos dos ejes deambuló el mercado local, que vio por un lado una fuerte liquidación de posiciones en bonos en pesos, no sólo de inversores medianos y grandes locales sino también mucho de afuera. No se salvó ningún título en pesos, ni las Ledes que venían siendo las vedettes del año y preferidas por todos. Pero no hubo arbitraje con dólar linked por ejemplo. Fue todo a la venta y cash. ¿Pero qué hicieron los vendedores con la plata? Los bancos la llevaron a Pases en el BCRA y los fondos e institucionales al mercado de cauciones que vio caer los rendimientos. Otros al dólar. La “orden/consejo” de los fondos a sus clientes fue salir de los bonos CER e ir a los money market y a los T+1. De nuevo el fantasma pergeñado por el exministro Lacunza a las dos semanas de las PASO del 2019 volvió a sobrevolar sobre las mesas locales y foráneas.
Varios teléfonos sonaron desde Wall Street, incluso para sondear la visión de exfuncionarios de aquellos tiempos. Bajo este clima, duro, tuvo lugar la licitación de deuda, que así y todo logró el rollover. Pero ya los inversores se habían reposicionado temiendo un nuevo reperfilamiento. Igual Finanzas tuvo que ceder dando más tasa en Ledes y Lecer y además ofrecer dólar linked (¡al 2023!). Según estimaciones privadas, unos 2.000 millones pasaron de CER a dólar linked. Y el otro ingrediente de esta semana fue el debate sobre el trade electoral. Subieron acciones, que están históricamente y relativamente retrasadas, otro tanto con bonos en dólares, pero hubo liquidación de bonos en pesos. ¿Existe margen para este trade electoral? Eso se preguntan en las mesas, en buen romance, ¿qué hacer con la suba?, ¿cuándo vender? En síntesis, muchas dudas sobre la solidez de las últimas alzas.
Otro tema muy escuchado en los zoom entre consultores y clientes, además del dólar, fue la probabilidad de una nueva versión de Plan Bonex. Detrás de esto está la montaña de Leliq y Pases del BCRA (ya más de $4 billones, 40% que la base monetaria) que genera un déficit cuasifiscal de más de $1 billón anual a la tasa actual. De lo que no hay duda es de que en cualquier clase de acuerdo con el Fondo Monetario este tema estará en los prioritarios. Hoy se piensa que no hay elementos para detonar un Plan Bonex (para los más jóvenes “googlear” 1989 + Menem).
Pero como a este país si algo no le faltan son cisnes negros, nunca se sabe. Por lo pronto, sólo recordar que fue un canje compulsivo de depósitos a plazo fijo en pesos por Bonos Externos 1989. Ocurre que ya el déficit cuasifiscal emparejaría al primario. Hoy el consenso es que no están dadas las cosas para una corrida contra los pesos, o sea, contra los plazos fijos porque ya los ahorristas se dolarizaron y tanto ellos como los FCI y empresas usan estas colocaciones como transaccionales. Claro que queda la duda si no hubiera cepo qué pasaría. Mientras tanto, en las mesas globales se mira mucho el caso del ahora llamado “Lehman chino”, el desarrollador inmobiliario más grande y endeudado de China, Evergrande. Aún parece que falta para el final, pero ya Fitch le clavó otro clavo al ataúd de Evergande con una rebaja de 3 niveles que hizo que la calificación de emisor de moneda extranjera a largo plazo cayera de “CCC+” a “CC” (D está a sólo un paso),