
Pasada la euforia en el mercado por el resultados de las elecciones, el dólar blue se recupera y este martes avanza un peso, a $ 182. Con esto la brecha cambiaria se estira a 85%.
El lunes llegó a bajar cuatro pesos y pasó de $ 185 a $ 181. De este modo volvió al nivel promedio que había mostrado durante agosto, antes de que la dolarización preelectoral lo empujara a tocar los $ 188.
El lunes el Merval había saltado hasta 10% y luego se acomodó en 5,5%. Un impacto similar se registró en las acciones argentinas que cotizan en el exterior, con alzas de hasta 18% para las energéticas. Este martes, el Merval cede 0,8% y los ADR en Nueva York cotizan mixtos.
Para los analistas, esta baja del blue es temporal y pasada la euforia podría retomar su tendencia alcista. El techo del blue dependerá en las próximas semanas de las medidas que tome el Gobierno y de la interpretación que el mercado haga de estos anuncios.
El telón del fondo del mercado cambiaria sigue siendo la escasez de divisas, en un contexto en el que el Banco Central cuenta con solo US$ 6.000 millones de reservas netas para intervenir en el mercado y controlar el tipo de cambio. En la semana previa a las elecciones se le fueron más de US$ 500 millones en esta tarea, por lo que los analistas marcan que el ritmo no es sostenible ya que la autoridad monetaria terminaría perdiendo sus reservas netas antes de fin de año. Ayer el Central aprovechó la calma del mercado y logró comprar US$ 15 millones.
Este martes, en medio de las especulaciones acerca de si el Gobierno impulsará cambios en el gabinete o en el rumbo económico, el dólar mayorista avanza cuatro centavos sobre el cierre anterior y cotiza a $ 98,24. El dólar ahorro se mantiene en $ 170.
Por su parte los dólares financieros vuelven a subir tras la calma de ayer. El contado con liqui, la operatoria para sacar divisas del país, se incrementa 1,3%, a $ 173, mientras que el dólar MEP, que se negocia en la bolsa porteña, avanza 0,7%, a $ 172,1.
Una cuestión de confianza
“En los dólares financieros no habrá mucho movimiento, pueden bajar un poco por una cuestión de confianza, pero eso no es sostenible“, señaló el economista Fausto Spotorno, del Estudio Ferreres y Asociados.
Para Spotorno, “mientras esté el cepo cambiario van a entrar pocos dólares por las exportaciones y van a salir muchos dólares por las importaciones”. Y apuntó que si el Gobierno emite más pesos para volcar dinero en los bolsillos para impulsar la recuperación del consumo y mejorar su caudal de votos en noviembre “habrá que importar más para sostener esa mayor actividad. El problema es que el Banco Central no tiene dólares para bancar una mayor demanda de divisas, al menos no a este precio“.
Para Portfolio Personal Inversiones (PPI), tras la derrota electoral “el oficialismo intentará revertir el resultado. Es posible que veamos un deterioro mayor al esperado en el plano fiscal y un nivel de asistencia monetaria mayor”.
Lo que sigue a esta táctica es “una mayor presión sobre la brecha cambiaria y sobre los precios. De esta manera, podremos ver algo de calma en el contado con liqui, aunque la perspectiva no es muy alentadora para adelante”.
En este contexto, “puede generarse una situación de reducción de riesgo país, suba de bonos y acciones, y a su vez, suba del tipo de cambio”, señaló PPI.
“El otro interrogante que nos despierta este escenario es acerca del acuerdo con el FMI. Una postura de política económica más agresiva genera dudas sobre las posibilidades de cerrar el acuerdo en el corto plazo. Difícilmente el FMI quiera apurarse en medio de un potencial deterioro de las condiciones económicas y sin tener el aval para posibles condicionantes”, remarcaron.
AQ