Hoy el stock de Leliq y Pases, que es la deuda remunerada del BCRA, roza los $4,1 billones ($2,1 billones y $2 billones respectivamente), mientras que la base monetaria asciende a casi $2,9 billones. Por ende el stock de pasivos monetarios totales acaricia los $7 billones. Mientras que el stock de reservas internacionales brutas se elevó recientemente a u$s46.180 millones, gracias al aporte de los nuevos DEG del Fondo. Por lo tanto el tipo de cambio convertible sería de $151, lo que implica que respecto del tipo de cambio oficial al cierre de agosto pasado es aproximadamente un 50% mayor. ¿Cómo impactaron los DEG en este cálculo? Antes de recibir la nueva asignación de DEG del Fondo con Kristalina Georgieva, el tipo de cambio convertible rondaba los $166, de modo que lo mejoraron en torno de un 10% el cálculo de referencia. De todas maneras, harían falta no menos de u$s21.000 millones para “cubrir” todos los pasivos monetarios al tipo de cambio oficial; o bien, sobran $2,2 billones. Hoy, con relación al dólar blue o el CCL, el tipo de cambio convertible está entre 13% y 21% por debajo de ellos.

Cabe señalar que a diferencia de la época de la convertibilidad de los ’90, el peso de la deuda remunerada del BCRA es cada vez más determinante en este sencillo cálculo. Basta ver cómo evolucionó en los últimos tiempos. Por ejemplo, a comienzos de 2019, el total de pasivos monetarios ascendía a casi $2,15 billones y el stock de reservas brutas a u$s65.825 millones, de modo que el tipo de cambio convertible era de $32,6. Un año después, este ratio se elevó a $69,3. ¿Qué pasó? Es que a comienzos del 2019, había un excedente de reservas de casi u$s9.200 millones, es decir, el stock de reservas brutas cubría ampliamente el stock de pasivos monetarios al tipo de cambio oficial y sobraban divisas. Pero tras el mandato de Cambiemos, a principios del 2020 faltaban poco más de u$s7.100 millones, al tipo de cambio oficial, para cubrir el total de pasivos monetarios. En dicho período los pasivos monetarios crecieron un 45% a $3,1 billones mientras que las reservas al tipo de cambio oficial habían caído un 8%. En ese momento ya había más de $450.000 millones sin “cobertura” o respaldo en divisas. Así se pasó de una brecha negativa, entre el oficial y el convertible, del 14% a una positiva del 16%. Claro que después con el advenimiento de la pandemia se acentuó el deterioro. A mediados del 2020, el stock de pasivos monetarios totales se elevó a casi $4,6 billones. El tipo de cambio convertible superaba los $105 y faltaban unos u$s21.600 millones para cubrir todos los pasivos monetarios al tipo de cambio oficial. La brecha entre el oficial y el convertible era del 50%. En ese lapso los pasivos monetarios crecieron otro 47% mientras las reservas brutas al tipo de cambio oficial un 25%. En el segundo semestre los pasivos monetarios crecieron otro 17% y las reservas al tipo de cambio oficial cayeron un 3%. La brecha era del 59% con un tipo de cambio convertible de casi $135. Mientras que a lo largo del primer semestre del 2021, la deuda remunerada del BCRA creció casi $0,9 billones y la base monetaria cerca de $0,3 billones. Por su parte las reservas lo hicieron en u$s3.000 millones. Es decir, que hay dos tercios de los pesos emitidos sin cobertura al tipo de cambio oficial.