
Los funcionarios destacaron el monto colocado y la extensión de los plazos de emisión más allá de fin de año, que evitó sobrecargar aún más el perfil de vencimientos para lo que resta de 2021. Y sobre todo, valoraron que se haya obtenido en una semana plagada de ruido preelectoral, en la que hubo tensiones adicionales sobre el dólar blue y las cotizaciones de los títulos en moneda local se vieron presionadas a la baja, lo que forzó a pagar tasas mayores a las de las licitaciones previas. Así, Economía alivió las necesidades emisión monetaria, luego de pedirle el jueves pasado otros $60.000 millones al Banco Central en concepto de utilidades para cubrir parte de los gastos del fisco.
La deuda en pesos a refinanciar en la primera parte del mes ascendía originalmente a cerca de $247.000 millones. Pero prácticamente dos tercios (unos $157.000 millones) estaban concentrados en el bono TS21, un título en poder del Banco Nación (BNA) que, como adelantó Ámbito en exclusiva, ya fue renovado el viernes pasado luego de un acuerdo entre la Secretaría de Finanzas y la entidad financiera pública. Este convenio buscó remediar un perjuicio por cerca de $140.000 millones que el Gobierno de Cambiemos, por decisión de Luis “Toto” Caputo (entonces ministro de Finanzas), le causó al BNA en marzo de 2018 al canjearle títulos ajustables a la tasa BADLAR por este bono a tasa fija del 17,25%.
Ahora, con la refinanciación del TS21, el banco recibió una canasta de 16 instrumentos de mercado por $152.145 millones, integrada en un 40% por 13 Ledes, Lepase y Lecer, y en un 60% por un bono a tasa BADLAR a 2023 y los Boncer T2X3 y T2X4, a lo que se suma el cobro de unos $4.500 millones en efectivo para recomponer la liquidez.
Así, los otros instrumentos a refinanciar en la licitación de ayer eran la Lecer X13S1, que expira el próximo lunes, más los intereses del Boncer TC23, que se pagaron el lunes pasado. Entre ambos sumaban unos $94.000 millones, según precisaron fuentes oficiales. De esta manera, el monto obtenido en la colocación alcanzó para renovar la totalidad de los pagos acumulados y el ratio de rollover mensual se ubica en el 100%.
En el Palacio de Hacienda valoraron el resultado de ayer. “Había bastante ruido previo y, por eso, estamos conformes con lo conseguido. Esto que colocamos ya descomprime lo que queda de 2021 porque todos los instrumentos que ofrecimos vencen a partir de 2022. Seguimos en línea con la idea de conseguir fondeo neto que es lo más importante para acotar la emisión. Fue una muy buena licitación en un momento complicado por la previa de las elecciones, que tensionan las tasas y los precios de los activos financieros”, analizaron las fuentes oficiales.
En concreto, la Secretaría de Finanzas (encabezada por Rafael Brigo y Ramiro Tosi) recibió 676 ofertas por los cinco instrumentos que había puesto sobre la mesa. De los $147.000 millones de valor nominal que ofrecieron suscribir los inversores, tomó el 70% y prorrateó el resto para evitar convalidar las tasas más elevadas que planteaban muchas posturas, en línea con el salto de los rendimientos de los títulos atados a la inflación (CER) que se dio esta semana en el mercado secundario.
De los $99.608 millones de valor efectivo adjudicado, el 21,6% fue a una letra a tasa fija a enero (Ledes). Un 32,5% fue a dos Lecer a abril y julio de 2022, en las cuales se tomó sólo la mitad de lo ofertado. El 45,9% restante correspondió a dos bonos dólar linked a noviembre de 2022 y abril de 2023, cuya demanda se vio impulsada por la búsqueda de cobertura contra una eventual devaluación poselectoral que el Gobierno descarta. De hecho, la emisión de un nuevo título atado al tipo de cambio oficial a 2023 representó también una señal del Gobierno de que no prevé devaluar hasta entonces ya que de lo contrario su costo se dispararía.
En el caso de la Ledes, se convalidó una tasa de 40,69%, unas 6 décimas por encima de la licitación previa. En el de las Lecer, se pagó 3,63% real a abril y 3,99% a julio, bastante por encima de los rendimientos reales que venía convalidando el Tesoro bajo su criterio de sostenibilidad aunque en ambos casos se ubicaron por debajo de los valores del mercado secundario, que rondaban el 5,5%. Fuentes oficiales explicaron que se habían planteado el 4% real como tope. Por último, el dólar linked T2V2 cerró con una tasa del 0,25% anual por sobre la evolución cambiaria y el nuevo título a 2023, con una del 1,02%.
En el mercado, también consideraron como positivo el resultado en un momento complejo por el clima electoral y ante un vencimiento con fuerte presencia de fondos extranjeros. Como adelantó Ámbito, estos acreedores internacionales tenían cerca de un tercio de la Lecer X13S1 y se habían comprometido ante los funcionarios de Finanzas a renovar sus tenencias. Respecto de la participación pública en la operación, en Economía evitaron dar detalles del monto suscripto aunque señalaron que fue menor al de los fondos de Wall Street y que no tuvo un rol determinante en el resultado.
Hoy se realizará la segunda vuelta de la licitación en el marco del programa de Creadores de Mercado, que involucrará sólo a las Ledes y Lecer ya que los bonos dólar linked no son parte aún de la iniciativa que busca mejorar la liquidez de los títulos de deuda pública. En ella podrán participar sólo los 13 bancos y Alyc que actúan como aspirantes a market makers por hasta un extra de $10.776 millones.
Luego, habrá otras dos colocaciones este mes pautadas para el jueves 16 y el martes 28. Allí, Finanzas buscará renovar los cerca de $188.000 millones que vencerán en la segunda quincena de septiembre y obtener algunos fondos adicionales para minimizar los pedidos de asistencia al BCRA. El objetivo de Guzmán es financiar el déficit de 2021 en al menos un 40% con deuda en moneda local y en no más del 60% con emisión monetaria bajo la premisa de que una mayor impresión de pesos recalentaría las presiones sobre el dólar. Hasta el momento, con un rollover acumulado del 117%, la deuda representa el 34% de las fuentes financieras y la emisión, el 66%.