
Si se toma en cuenta el stock de plazos fijos del sector privado, el Banco Central informó que al 31 de agosto totalizaban unos $3,38 billones ($3,07 billones por plazos fijos tradicionales, 176.839 ajustados por UVA y $132.862 millones en saldos inmovilizados), en su totalidad colocados en pasivos remunerados del Banco Central, por unos $3,98 billones ($2,08 billones en Leliq más de $1,9 billón en pases pasivos). Hasta el momento, los plazos fijos UVA habían crecido en el primer semestre del año pero cayeron alrededor de un 4% a medida que se acercaban las PASO. En cambio, los plazos fijos tradicionales aumentaron un 5%.
Con la fuerte emisión monetaria para financiar el déficit fiscal, los pesos emitidos terminaron en los bancos y el Banco Central salió a absorberlos por Leliq y pases pasivos. La tasa nominal anual que el BCRA les paga a los bancos tanto los Pases como las Leliq ronda el 38% y en el caso de Títulos de Tesoro se encuentra en una tasa efectiva anual del 45,5% apenas inferior a la inflación que se estima en 48% según el último Relevamiento de Expectativas del Mercado.
La carta que se juega Guzmán
Esta semana, el Ministerio de Economía enfrentará el desafío de empezar a revertir el traspié en la renovación de los vencimientos de deuda en pesos de agosto que complicó su estrategia financiera. A sólo tres días de las PASO, Martín Guzmán apuntará a dar una señal de tranquilidad al mercado.
En la licitación programada para este jueves, tendrá que salir a refinanciar pagos por $247.545 millones, según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), un monto superior a los que no pudo rollear completamente a comienzos y finales del mes pasado.
El programa financiero oficial, pautado en el Presupuesto 2021, plantea cubrir al menos el 40% del déficit con nuevo endeudamiento y no más del 60% con asistencia monetaria del Banco Central. Esa meta forma parte del plan de contención cambiaria ya que el Gobierno considera que una mayor impresión de pesos podría recalentar las presiones sobre el dólar. Luego de siete meses de sobrecumplimiento de esa pauta, el traspié en las colocaciones de agosto llevó a acelerar la emisión (el BCRA le giró al Tesoro $200.000 millones), que ahora pasó a representar el 65% de las fuentes financieras acumuladas en el año. Para acercarse a su meta, Guzmán deberá apuntalar el fondeo en los próximos meses.