Sin vencedores ni vencidos, el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) comenzará una nueva etapa de su historia, por primera vez con un argentino en un puesto decisorio. Ayer asumió formalmente sus funciones de presidente el colombiano Sergio Díaz-Granados, quién había vencido en la compulsa por dirigir la entidad financiera latinoamericana el 4 de julio pasado, desplazando para el puesto a la esperanza argentina, Christian Asinelli. Sin embargo, en el momento de votar, el crédito local recibió el rechazo de los socios del Mercosur (algo inédito para un aspirante del bloque), con lo que el colombiano venció en la compulsa. Sin embargo, desde los socios de la CAF se negoció que Asinelli retirara su postulación; a cambio de una dirección ejecutiva (a título de una vicepresidencia primera de la entidad), con sede en Buenos Aires, lo que finalmente fue aceptado por el argentino. Comienza así una nueva etapa de la entidad, con la esperanza desde el gobierno de Alberto Fernández de convertir a la CAF en una fuente de financiamiento mucho más importante para la Argentina que lo que es en la actualidad.