
Plafón
Lo cierto es que hoy en día el tipo de cambio oficial, le sigue dando plafón a la estrategia anti-inflacionaria, dado que según datos del Estudio Broda el tipo de cambio real multilateral está apenas un 4% por debajo del promedio 1997-2021. Y si se llegara al famoso $102 de Guzmán a fin de año implicaría una apreciación real del peso del 10% versus el promedio histórico.
No era ninguna sorpresa que el segundo semestre cambiario iba a ser totalmente distinto al primero. Las fuertes liquidaciones, récord históricas, ya habían terminado y si el nivel de actividad se aceleraba y con ello las importaciones, el BCRA tiene como siempre, además de intervenir en el spot, la opción de restringir las importaciones a riesgo de frenar el rebrote e intensificar aún más el cepo, para así administrar las reservas hasta noviembre. De modo que si se embarra más la cancha cambiaria el jefe del BCRA, Miguel Pesce, tiene el as de extremar, transitoriamente, el cepo.
No de crisis
Si bien todo sobresalto en los tipos de cambio informales inyecta inquietud, no hay que perder de vista que los valores reales alcanzados, ya el año pasado eran superiores a los registrados en situaciones de crisis terminales. Por ejemplo, el tipo de cambio real bilateral tomando el CCL de hoy ($171) es incluso, según datos de MacroView, más de un 10% inferior al de octubre pasado. El CCL real de octubre pasado ($190) “era un dólar caro, casi cercano a los súper altos de la híper del ’89 o post-Malvinas, y 30% superior a los de períodos de inestabilidad no hiperinflacionaria”, señala la consultora. Mientras que el CCL real de hoy ya “es un dólar más lejano de los súper altos y más parecido a los de inestabilidad no hiperinflacionaria como pre Alfonsín o pre Plan Austral o Duhalde 2002”. Incluso, el estimado “dólar de convertibilidad” hoy está por debajo del CCL y el blue. La brecha refleja otras cosas más.