El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, siempre es un momento para plantear demandas y hacer balances. “Brecha de género”, “techo de cristal” y el acceso de las mujeres a roles de liderazgo en el interior de las empresas, son temas cada vez más importantes dentro de la agenda corporativa. Una buena manera de analizar la problemática es observar los números y plantear qué modificaciones se pueden realizar en el interior de las organizaciones para encontrar mejoras en la situación actual.

Recientemente hubo dos informes que se enfocan en el acceso de las mujeres en puestos de liderazgo a nivel global y en Argentina.

Un estudio reciente presentado por IBM tuvo como objetivo describir la paridad de género en 12 países en los que se incluye Brasil, China, Alemania, India, Japón, Kenia, Islandia, Finlandia, Suecia, Reino Unido y EEUU a través de encuestas a 2500 ejecutivos, gerentes y profesionales.

Las 10 industrias representadas incluyen banca, consumo, educación, gobierno, salud, seguros, manufactura, retail, tecnología y telecomunicaciones. Entre las conclusiones más relevantes están las siguientes:

  • El 45% de las organizaciones convirtieron en una prioridad formal el avance de más mujeres en roles de liderazgo. Este es un importante salto frente al 25% en 2021, pero aún no refleja un cambio sustancial.
  • Los encuestados estiman que su industria verá la paridad de género en el liderazgo en 10 años, cuando en 2019 la estimación promedio era de 54 años.
  • El número de puestos principales de liderazgo no se recuperó a los niveles anteriores a la pandemia: 14% de representación de mujeres en cargos de vicepresidente senior (18% en 2019) y 16% en cargos de vicepresidente (19% en 2019). Además, el porcentaje de mujeres en puestos directivos profesionales y no ejecutivos no se movió desde la caída de 2021, incluso disminuyó un poco para los roles de gerente senior.
  • En el otro extremo, el 40% de los profesionales junior/especialistas son mujeres, convirtiéndolo en el rol más cercano a la paridad de género (era 37% en 2021).

María Fernanda Vélazquez, Business Transformation Service Lead de Argentina y Uruguay, dialogó con Ámbito donde presentó los resultados del informe y aseguró que en algunos casos la paridad de género también “tiene mucho que ver con la cultura de la empresa, con la flexibilidad y eso de animarse, ser flexibles a la hora de contratar. Creo que también hay un miedo de la mujer de enfrentarse a nuevos desafíos. Al tener pocas historias de éxito que si se puede hacer, de que si podemos inspirar y forjar más redes de networking”.

En ese punto, Velázquez planteó que el trabajo de las compañías para lograr la paridad de género empieza desde el comienzo de la relación laboral: “a la hora de reclutar tenemos que contar la política de las organizaciones”, comentó refiriéndose a la posibilidad de que la mujer trabajadora pueda contar con las herramientas para balancear la vida privada y la vida profesional.

Así mismo planteó la relevancia de los roles femeninos en las empresas que inspiren a aquellas que aún están en pleno desarrollo laboral: “nos está faltando roles femeninos a seguir que nos inspiren y nos motiven. Más allá de las diferencias culturales, el estudio comprueba que esto es data que se repite en todos los países”, agregó.

Las CEO’s argentinas: qué ocurre en las empresas en nuestro país

A fines del año pasado, KPMG junto a Revista Mercado realizó un estudio sobre las mujeres en los directorios. Se trata de un relevamiento de la presencia de las mujeres en los directorios de las empresas argentinas de mayor facturación del país donde se logró comprobar que sigue siendo lento el proceso de incorporación a los lugares de conducción, algo que también demostró el informe de IBM pero a nivel global.

En este caso, los números fueron también significativos: de un total de 6.248 miembros de directorios relevados entre titulares y suplentes se comprobó que 5.248 son hombres y solamente 1.000 mujeres(16%). En cuanto a las presidencias, el 93,5 % de los casos relevados están constituidas por hombres.

El estudio se realizó a partir del relevamiento de la información disponible en boletines oficiales de la Nación y provincias (en algunos casos las actas de designación de directorios se publican un año después de la asamblea correspondiente), Comisión Nacional de Valores (CNV), Bolsar, Superintendencia de Seguros de la Nación, Banco Central(BCRA) y páginas web de las propias empresas u organizaciones. De los 1.000 directorios relevados, hay 64 casos con signatarios designados (Presidente, CEO, Gerente General) por empresas extranjeras con filiales en el país.

“Ya podemos observar una tendencia que nos indica que, si bien se registra una pequeña mejora, lo cierto es que la representación de las mujeres en los directorios como titulares no logra superar el 15%. Esta cifra está muy por debajo de los registros de países europeos y ciertos estados de Estados Unidos, donde el porcentaje va entre el 30% y el 40%».

«Lo positivo es que en los últimos años el tema de la equidad de género está instalado y se han tomado decisiones políticas de mejora, hoy muchas empresas instrumentaron acciones que ayudan a la mujer en la etapa de la maternidad, otras exigen que en las ternas siempre haya mujeres, y que los curricúlum sean ciegos, entre otros cambios. Sin embargo, todavía no se refleja esto en un aumento importante y más acelerado hacia la equidad en los directorios”, opinó Tamara Vinitzky, Socia a cargo de Clientes y Mercados, Marketing y Comunicaciones, y Diversidad, Inclusión y Equidad en KPMG Argentina.

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Además, el estudio demostró que, del total relevado, en 472 directorios no hay mujeres designadas. En el resto, 528, al menos una mujer ha sido elegida para cubrir los cargos disponibles.

Por último, vale destacar que en el 88% de los 956 directorios conformados por dos o más miembros, la participación de mujeres es menor al 40%.

Estos dos estudios demuestran que las mujeres siguen teniendo dificultades de acceso a los roles de liderazgo. Lo positivo es que el debate se encuentra abierto dentro de las compañías y realizan distintas acciones positivas para mejorar la paridad de género y acompañar a las mujeres en el desarrollo profesional.

Son las nuevas generaciones las que empujan el cambio. Desterrar los sesgos, fomentar la inclusión y un mayor acceso a las oportunidades, es el camino a seguir.